- El
fin de la Guerra Fría.
La
guerra fría significo para los europeos un orden que se asumió como natural y
al que al final se habían acostumbrado. Y
en todo caso, la gente en general prefería una guerra fría a una guerra con
armas, daba la sensación de que las potencias, aunque estaban en una
competencia de armamento, no estaban realmente interesadas en una guerra. Así,
la guerra fría se convirtió en una suerte de ceremonia con sus propios y
específicos rituales, pero que en todo caso proporcionaba la seguridad de que
ninguno de los dos lados se animaría a desatar una guerra. El hecho de que las
fronteras de este conflicto pasaran por Alemania, por el muro que traspasó
Berlín desde 1961, era además un problema especial para Alemania, sin embargo,
desde 1989 el sistema soviético colapsó.
El sistema
mundial que había hecho surgir la Guerra Fría parecía destinado a una
subsistencia duradera como organismo, porque garantizaba una paz armada, el
mundo estaba dividido en dos bloques de poder, y al lado existía un Tercer
mundo que estaba representado en la ONU y que a su vez era objeto de
competencia entre las potencias en el plano de la ayuda para su desarrollo.
La estabilidad que habían
conseguido ambas partes con el sistema de la Guerra Fría dejó surgir la idea de
que finalmente no habría una confrontación. Europa occidental se organizó en
entidades de integración como la Unión Económica Europea y el Consejo Europeo,
de las cuales surgió la Unión Europea. Así, tanto en el Este como en el Oeste
se buscó la fórmula de la coexistencia. No un acercamiento ni la disolución de
las fronteras, porque ambas partes no eran entidades geográficas sino formas
ideológicas diametralmente opuestas, y además con mucho armamento acumulado,
pero sí una forma de convivencia que evitara el peligro de la guerra.
El final de
la Guerra Fría creó una situación absolutamente nueva en Europa. El Pacto de
Varsovia y la alianza militar del Este se disuelven sin ser reemplazados, y los
países miembros del Pacto ingresan a la alianza occidental de la OTAN. Este
proceso, además de único en la historia, fue extremamente rápido, de manera que
sus consecuencias están todavía marcando nuestra vida diaria y la política
interior de todos los países involucrados, que se volcaron a una economía
capitalista. Con el colapso del sistema soviético también llegó el final de las
ideologías. La visión de la humanidad del socialismo había fracasado, pero no
sólo el socialismo sino también los partidos socialdemócratas, que en todas
partes tenían ahora muchas más dificultades para imponer sus programas
redistributivos. Los ciudadanos ya no estaban tan interesados en programas o
ideologías y surgieron nuevos problemas que no tenían nada que ver con los de
la Guerra Fría.
NOMBRE DE LA IMAGEN: UN
CUARTO DEL SIGLO YA, DE LA CAIDA DEL MURO DE LA VERGÜENZA. TODOS LOS DERECHOS
RESERVADOS. COPYRIGHT © 09-11-2014.
El sistema
mundial que había hecho surgir la Guerra Fría parecía destinado a una
subsistencia duradera como organismo, porque garantizaba una paz armada, el
mundo estaba dividido en dos bloques de poder, y al lado existía un Tercer
mundo que estaba representado en la ONU y que a su vez era objeto de
competencia entre las potencias en el plano de la ayuda para su desarrollo.
La estabilidad que habían
conseguido ambas partes con el sistema de la Guerra Fría dejó surgir la idea de
que finalmente no habría una confrontación. Europa occidental se organizó en
entidades de integración como la Unión Económica Europea y el Consejo Europeo,
de las cuales surgió la Unión Europea. Así, tanto en el Este como en el Oeste
se buscó la fórmula de la coexistencia. No un acercamiento ni la disolución de
las fronteras, porque ambas partes no eran entidades geográficas sino formas
ideológicas diametralmente opuestas, y además con mucho armamento acumulado,
pero sí una forma de convivencia que evitara el peligro de la guerra.
El final de
la Guerra Fría creó una situación absolutamente nueva en Europa. El Pacto de
Varsovia y la alianza militar del Este se disuelven sin ser reemplazados, y los
países miembros del Pacto ingresan a la alianza occidental de la OTAN. Este
proceso, además de único en la historia, fue extremamente rápido, de manera que
sus consecuencias están todavía marcando nuestra vida diaria y la política
interior de todos los países involucrados, que se volcaron a una economía
capitalista. Con el colapso del sistema soviético también llegó el final de las
ideologías. La visión de la humanidad del socialismo había fracasado, pero no
sólo el socialismo sino también los partidos socialdemócratas, que en todas
partes tenían ahora muchas más dificultades para imponer sus programas
redistributivos. Los ciudadanos ya no estaban tan interesados en programas o
ideologías y surgieron nuevos problemas que no tenían nada que ver con los de
la Guerra Fría.
NOMBRE DE LA IMAGEN: UN
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